No importa
lo que tenga que esperar
“Quédate quieto en la presencia del Señor, y espera con paciencia a que él actúe. No te
inquietes por la gente mala que prospera, ni te preocupes por sus perversas
maquinaciones”.
Salmos 37:7 (Nueva Traducción Viviente)
Muchos de nosotros nos es difícil
digerir la palabra: “Esperar” y es
que dicha palabra no lleva un tiempo límite o una fecha de vencimiento, el
esperar puede tardar horas, días, meses y hasta muchos años.
De las tres respuestas que Dios
nos puede dar: “Si”, “No” o “Espera”, creo que esta última es la más difícil de
asimilar, porque está ligada a un periodo de tiempo en donde pareciera que Dios
calla o que Dios se ha olivado de responder, pero la realidad es que estas en
el tiempo de esperar pacientemente.
El libro de los Salmos está lleno
de un énfasis especial hacia esta palabra, salmistas la utilizan frecuentemente
y es que el término “ESPERAR” está
ligado a la vida cristiana, es parte de nuestra cultura cristiana y de lo que
Dios quiere que aprendamos. De hecho la etapa de esperar es una etapa muy
bonita en donde nos ayuda a sumergirnos más en la presencia de Dios, a buscarlo
más, a depender más de Él y a conocerlo cada día más y mejor.
Y es que a veces cantamos solo
por cantar, a veces pronunciamos las frases porque las sabemos de memoria, pero
pocas veces reflexionamos en lo que realmente estamos cantando, en lo que
realmente le estamos diciendo a Dios y es allí, cuando reflexionamos en lo que
decimos, cuando Dios nos da luz sobre lo que Él quiere para nuestra vida.
Si nos vamos al ámbito espiritual,
introduciéndonos a los planes perfectos y precisos de Dios, podríamos llegar a
la conclusión que esa frase es totalmente cierta y verdadera: “No importa lo que tenga que esperar”.
Y es que no importa lo que tenga
que esperar cuando sé que estoy en las manos de Dios.
Y es que no importa lo que tenga
que esperar cuando sé que tengo de mi lado a un Dios perfecto, misericordioso y
que nunca olvida sus pactos ni las promesas que un día nos hizo.
Y es que no importa lo que tenga
que esperar cuando sé que la respuesta de mi Dios será la mejor para mi vida
independientemente que sea o no la que yo quería.
Y es que no importa lo que tenga
que esperar cuando mi vida le pertenece a Él y Él ha prometido cumplir su propósito
en mí.
El salmista escribía: “Que todo mi ser espere en silencio delante
de Dios, porque en él está mi esperanza” Salmos 62:5 (Nueva Traducción
Viviente). Qué lindo es cuando en silencio esperamos en Dios, cuando de
nuestra boca no salen reproches, reclamos o cualquier palabra que quiera poner
en duda lo que Dios hará en nuestra vida.
Por otra parte en el Salmo 39:7
el salmista decía: “Entonces, Señor,
¿dónde pongo mi esperanza? Mi única esperanza está en ti” (Nueva Traducción
Viviente). Cuando reconocemos que del único que dependemos es de Dios, todo
nuestro panorama debería cambiar, ya que Él hecho de depender de Dios es una garantía
de que la respuesta final será perfecta.
El salmista David nos hace ver
que esperar en Dios no es cosa fácil por lo que tenemos que esforzarnos y ser
valientes:
“Espera con paciencia al Señor; sé valiente y esforzado; sí, espera al
Señor con paciencia”.
Salmos 27:14 (Nueva Traducción Viviente)
Quizá en este momento estés en
esa etapa de esperar, a lo mejor en algún momento has querido renunciar, sin
embargo hoy quiero animarte a seguir esperando, a que no te desesperes, a que
si Dios prometió, Él ha de cumplir.
Pueda que te sientas cansado y
hasta cierto punto tu fe pareciera que se quiere acabar, sin embargo tu bien
sabes que tu única esperanza está en Él, muy dentro de tu corazón sabes que no
puedes rendirte, que no puedes dejar de confiar en Dios, porque Él ha de
responderte.
¡Vamos! ¡Esfuérzate! ¡Sé muy
valiente!, el esperar en Dios es para los valientes, para aquellos que no se
rinden ni se dan por vencido, es para aquellos que confían en el Señor a pesar
de que todo lo que sus ojos ven dicen lo contrario a lo que quisieran ver.
¿Sabes? A veces no importa lo que
se tenga que esperar, pues cuando Dios responde, nos damos cuenta que la espera
valió la pena, que la respuesta es mejor de lo que pensamos o imaginamos y es allí
cuando realmente somos consientes de que con respuestas como esas, NO IMPORTA LO QUE SE TENGA QUE ESPERAR.
¡Dios responderá!
“Así que, ¡sean fuertes y valientes, ustedes los que ponen su esperanza
en el Señor!”
Salmos 31:24 (Nueva Traducción Viviente)
Autor: Enrique
Monterroza
Escrito el 19 de
Junio de 2012
Escrito para www.destellodesugloria.org/blog/
Autorizado para
publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com
– www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
1 Comentarios
la verdad es buen tema y gracias por estas palabras tan hermosas inspiradas por el señr...bendiciones para este ministerio..
ResponderEliminarGracias por dedicar un momento de tu tiempo para Comentar este tema, creeme que tu aporte será de mucha Bendición.
EmojiTrata la manera de no desviarte del tema a la hora de comentar. Nos reservamos el derecho a publicar tu comentario.