Reflexión de Navidad
Pensar
en estos días en donde todo mundo celebra la Navidad me llevo a pensar en algo
en especial.
Primero
decir que la Biblia no describe el día especifico del nacimiento de Jesús, lo
mas probable es que no nació un 25 de Diciembre como todo mundo lo celebra. La
Biblia había desde hace muchos antes profetizado el nacimiento del Mesías y que
sería en Belén (“Pero tú, Belén Efrata,
pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será
Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la
eternidad.” Miqueas 5:2 (Reina-Valera 1960)), pero no especifico nunca un
año, un mes o un día en particular.
Yo
me pregunto: ¿Importa realmente que día o mes nació Jesús?, pienso que ¡No!, lo
importante que es que NACIÓ y que
por medio de Él nosotros ahora podemos alcanzar perdón para nuestros pecados.
Yo
creo que para Dios mismo no es importante el día o el mes del nacimiento de
Jesús, porque si así hubiese sido, Él hubiese especificado el día, mes y hora,
pero no lo hizo porque sabe que somos capaces de darle más importancia a esos
detalles que al mismo hecho de valorar su nacimiento como principio de la
salvación del mundo.
La
Biblia dice que Jesús al nacer fue puesto en un pesebre: “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo
acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.” Lucas 2:7.
La Biblia ni siquiera menciona el lugar exacto de su nacimiento, es decir la
dirección exacta del lugar especifico que nació en Belén. ¿Por qué no lo
menciona?, porque me imagino que Dios considera que si lo supiéramos haríamos
de ese lugar un sitio de comercio y turismo, dándole más importancia al lugar
que al hecho de que Jesús nació para darnos vida y vida en abundancia.
Quizá
alguien me pregunte: ¿Es bueno o malo celebrar la Navidad?, yo considero que
más allá de pelear sobre si celebrar o no la navidad, lo que debemos celebrar
cada día es el hecho de que Jesús vino al mundo, nació, creció, desarrollo su
Ministerio y murió por nosotros y todo comenzó a través de su nacimiento, si Él
no hubiese nacido, ahora estuviéramos perdidos, pero gracias a que nació,
creció y murió por nosotros, ahora disfrutamos de una vida que solo Él ofrece.
No
pierdas el tiempo en pelear, en contradecir, en tratar de aclarar si es o no
bueno celebrar esto o aquello. Que tu corazón este centrado en una sola cosa en
especial y es que gracias a JESÚS HOY
TENEMOS VIDA.
¿Importa
cuando nació?, ¿Importa cómo fue?, ¿Importa el lugar especifico?, ¿Importa la
fecha exacta?, pienso que no, lo importante realmente es que VINO AL MUNDO para que el mundo fuera salvo
por Él.
Lo
importante de Jesús fue lo que hizo por nosotros y eso fue morir en la cruz por
nuestros pecados, en sustitución de nosotros, el Justo muriendo por los
injustos.
Tú
puedes celebrar lo que quieras, pero si Jesús aun no ha nacido en tu corazón,
entonces en balde fue su venida a este mundo. A Dios más allá de que celebres
una fecha en especifica lo que quiere es que puedas abrir tu corazón para que
Jesús entre y nazca en tu vida y con ello puedas recibir la vida eterna que Él
tiene preparada para los que creen en Él y confiesan su Nombre.
Hoy
quiero invitarte a que el propósito por el que Jesús vino a este mundo se
cumpla en tu vida, ¿Cómo?, entregándole tu corazón a Él. Si nunca
conscientemente le has entregado tu corazón a Jesús, hoy quiero invitarte a que
repitas la siguiente oración junto conmigo:
“Señor Jesús, reconozco que soy pecador, reconozco que tu viniste a
este mundo y moriste en mi lugar, hoy te pido perdón por todos mis pecados, me
arrepiento con todo mi corazón de todo lo que hice, dije o pensé, reconozco que
tu eres Dios y por lo tanto este día te acepto como mi Señor y Salvador
personal, toma mi vida y transfórmala, ya no quiero ser el mismo, crece en mi
para que yo pueda menguar, pero sobre todo ayúdame a hacer tu perfecta
voluntad. Amén”
Si
hoy conscientemente y con corazón sincero realizaste esta oración, debes estar
seguro que Jesús te ha perdonado de cualquier pecado que hubieses cometido, hoy
el propósito por el que Jesús vino a este mundo se ha cumplido en tu vida, pues
Él vino para darte vida y vida en abundancia.
¡Jesús nació,
creció y murió por ti y por mi!
Autor: Enrique
Monterroza
Escrito el 17 de Diciembre
de 2012
Escrito originalmente
para www.destellodesugloria.org
Autorizado para
publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com
- www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
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