¿Rendirme?, ¡Jamás!
Una
alabanza de mis queridos amigos de Holocausto Gospel de El Salvador titulada “Eres todo” dice en su primer estrofa: “He tenido que llorar, he tenido que
sufrir, he tenido que perder, he tenido que creer para poder entender que: sin
ti estoy tan vacío, Jesús te necesito, eres todo para mi vida y no seguiré sin
ti” (http://youtu.be/pRqYX0AAGRk)
Y es
que la verdad que muchos de nosotros fuimos golpeados duramente por el mundo
antes de venir a Cristo, muchos lloramos muchos, muchos sufrimos mucho, muchos
perdimos cosas que amábamos, pero todo por muy duro que parezca nos hizo
entender la necesidad que existía en nuestro corazón de Dios y cuando
reconocimos esa necesidad y le entregamos nuestra vida a Jesús todo nuestro
panorama cambio.
En
ocasiones sentiremos que ya no podemos más, pensaremos en rendirnos, pensaremos
en abandonar todo el terreno ganado porque creeremos que las fuerzas se nos ha
acabado.
Habrán
momentos en los que nuestro ánimo se vendrá abajo y en donde lo único que vamos
a querer hacer es alejarnos de todo, cómo que si esa fuera la solución.
Pero
aun en medio de las tormentas de la vida, de las tempestades que nos azotan, de
los tsunamis que quieran destruirnos y de los terremotos violentos que ataquen
nuestra vida, aun y con todo ello debemos seguir confiando en aquel que nos
enseño que sin Él nada somos.
Quizá
los últimos días tú que hoy me lees has sentido el deseo de rendirte, quizá por
tu mente ha pasado una y otra vez ese pensamiento de dejar todo, pero, ¿Sabes
una cosa?, Dios te llamo y te restauro para que hoy te rindieras, de ninguna
manera, Él te llamo para conquistar y no ser conquistado, para vencer y no ser
derrotado, para creer y no dudar, para avanzar y no retroceder.
Hoy
quiero invitarte a que por un momento te pongas a pensar todo lo que Dios hizo
por ti desde aquel día en el que le entregaste tu vida. Al pensara en ese
momento, ¿Te recuerdas como era tu vida sin Dios?, ahora, ¿Cómo ha sido tu vida
con Jesús?, estoy seguro que ha sido el mejor tiempo de tu vida, por ello no
puedes rendirte porque vale la pena luchar para seguir cerca del Señor, vale la
pena luchar y no rendirte, porque Dios se merece todo tu esfuerzo.
¡Vamos!
Rendirse jamás será la solución, no puedes rendirte ante la adversidad, si has
tropezado y te sientes en el polvo debes levantarte e intentarlo una vez más.
Tú fuiste llamado para grandes cosas y todo lo grande tiene un precio y parte
de ese precio es soportar la adversidad, es soportar lo difícil, porque sin
lucha no hay victoria, y es que la mayor satisfacción de la lucha es saber que
no te rendiste y que por consiguiente viste los resultados que esperabas ver.
Todo
lo difícil tiene su precio y cuando lo obtenemos nos damos cuenta que valió la
pena todo el esfuerzo, porque lo que Dios tenia preparado para ti era mejor de
lo que por tu mente paso.
Hoy
es un día para que te esfuerces una vez más, hoy es un día para renunciar a
esos pensamientos de derrota que te querían llevar a rendirte, hoy es un día de
entender que si Dios está con nosotros, ¿Quién contra nosotros?
¡Tú eres un
vencedor en Cristo, así que: ADELANTE!
“Por eso me armo de valor,
y me digo a mí mismo:
«Pon tu confianza en Dios.
¡Sí, pon tu confianza en él!»”
Salmos 27:14 (Traducción en lenguaje actual)
Autor: Enrique
Monterroza
Escrito el 6 de Marzo
de 2013
Escrito originalmente
para www.destellodesugloria.org
Autorizado para
publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com
- www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
0 Comentarios
Gracias por dedicar un momento de tu tiempo para Comentar este tema, creeme que tu aporte será de mucha Bendición.
EmojiTrata la manera de no desviarte del tema a la hora de comentar. Nos reservamos el derecho a publicar tu comentario.