Jueces 2: 1-4
“El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros,
con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto?
Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero.
Cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró”
con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto?
Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero.
Cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró”
Cuando el pueblo de Israel comenzó a tomar la tierra prometida, Dios les dijo que no hicieran pacto con los moradores de esa tierra y que tenían que derriban los altares de sus dioses, en pocas palabras eliminar toda idolatría.
Pero el Ángel de Jehová que en este momento se les aparecía reprendiéndolos, les dijo: “Mas vosotros no habéis atendido a mi voz”, es decir no habían hecho lo que Dios les había mandado. Ahora esos pueblos les serian azotes y sus dioses tropezaderos.
Ahora bien, cuando nosotros venimos al Señor y heredamos esta nueva vida en Cristo, Dios anhela que comencemos a desechar todo aquello que era un altar pagado delante de El. Hay ciertas áreas de nuestra vida que vienen manipuladas por los deseos carnales, las cuales necesitamos derribar.
El problema de no derribar estos altares paganos en nuestra vida es grande, ya que sin darte cuenta esas áreas que no has renovado en el Señor te pueden ser azotes.
¿Azote?, ¿Por qué? Te puedes preguntar, porque al no percatarte de esos altares que necesitas derribar en tu vida, pueden llegar o son tropezadero para ti.
¿Alguna vez has sentido que no puedes dejar algo que sabes que no es agradable delante de Dios?, ¿Si verdad?, pues esos altares que tenias que derribar al venir a Cristo y comenzar una nueva vida, ahora te son azotes. Azotes porque te son difíciles de dejar y te están causando daño espiritual.
¿Cuántos azotes estamos recibiendo hoy en día, por no hacer lo que un día Dios nos dijo que hiciéramos?, muchos de nosotros quisiéramos retroceder el tiempo para obedecer cierta palabra que Dios nos dijo, la cual no obedecimos a tiempo y ahora esas situaciones nos son azotes para nuestra vida.
Amigo, no permitas que esto ocurra, cuando Dios te demanda algo, es porque quiere lo mejor para ti, El no te quiere hacer daño, sino que al contrario, El quiere evitar que ciertas situaciones en tu vida actual, te vayan a ser azotes y tropezaderos en un futuro.
Pero el Ángel de Jehová que en este momento se les aparecía reprendiéndolos, les dijo: “Mas vosotros no habéis atendido a mi voz”, es decir no habían hecho lo que Dios les había mandado. Ahora esos pueblos les serian azotes y sus dioses tropezaderos.
Ahora bien, cuando nosotros venimos al Señor y heredamos esta nueva vida en Cristo, Dios anhela que comencemos a desechar todo aquello que era un altar pagado delante de El. Hay ciertas áreas de nuestra vida que vienen manipuladas por los deseos carnales, las cuales necesitamos derribar.
El problema de no derribar estos altares paganos en nuestra vida es grande, ya que sin darte cuenta esas áreas que no has renovado en el Señor te pueden ser azotes.
¿Azote?, ¿Por qué? Te puedes preguntar, porque al no percatarte de esos altares que necesitas derribar en tu vida, pueden llegar o son tropezadero para ti.
¿Alguna vez has sentido que no puedes dejar algo que sabes que no es agradable delante de Dios?, ¿Si verdad?, pues esos altares que tenias que derribar al venir a Cristo y comenzar una nueva vida, ahora te son azotes. Azotes porque te son difíciles de dejar y te están causando daño espiritual.
¿Cuántos azotes estamos recibiendo hoy en día, por no hacer lo que un día Dios nos dijo que hiciéramos?, muchos de nosotros quisiéramos retroceder el tiempo para obedecer cierta palabra que Dios nos dijo, la cual no obedecimos a tiempo y ahora esas situaciones nos son azotes para nuestra vida.
Amigo, no permitas que esto ocurra, cuando Dios te demanda algo, es porque quiere lo mejor para ti, El no te quiere hacer daño, sino que al contrario, El quiere evitar que ciertas situaciones en tu vida actual, te vayan a ser azotes y tropezaderos en un futuro.
Obedece a Dios y de esta manera evitaras los azotes y los tropezaderos.
Autor: Enrique Monterroza
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