La decisión de hacerlo o no hacerlo
Por muchos años nos hemos excusado en que somos “imperfectos”,
“débiles”, “humanos”, para justificar el
hecho de que caemos en la tentación y concretamos el pecado, pareciera que el
hecho de decir: “Todos somos imperfectos” es la justificación más clara ante el
pecado. Pero hay algo que debemos también pensar y es el hecho que nadie que
haya nacido de nuevo peca sin tener el consentimiento de hacerlo, es decir,
nadie puede justificarse en que peco “sin querer”, puesto que estoy muy seguro
que pecamos “queriendo” hacerlo y no justificándonos que lo hicimos sin pensar.
La Biblia describe este proceso de la siguiente manera:
“Cuando sean tentados, acuérdense de no decir: «Dios
me está tentando». Dios nunca es tentado a hacer el mal y jamás tienta a nadie.
La tentación viene de nuestros propios deseos, los cuales nos seducen y nos
arrastran. De esos deseos nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se
deja crecer, da a luz la muerte.”
Santiago 1:13-15
Nueva Traducción Viviente (NTV)
No hay excusa para pecar, pecamos porque así lo quisimos, y
ocurrió porque nuestros propios deseos nos sedujeron y nos arrastraron a
hacerlo, pero antes de hacerlo también tuvimos la opción de resistirlo y
rechazar el pecado, sin embargo la gran mayoría de veces nos cuesta rechazar el
pecado y pasa porque muchas veces no estamos teniendo una comunión diaria con
Dios, no nos estamos fortaleciendo de la manera adecuada, no estamos orando, no
estamos alimentándonos de la Palabra de Dios, entonces cuando estamos
“separados” de Dios, es cuando más débiles somos y recordemos lo que dice la
Biblia acerca de nuestro enemigo: “¡Estén
alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un
león rugiente, buscando a quién devorar. Manténganse firmes contra él y sean fuertes
en su fe. Recuerden que sus hermanos en Cristo, en todo el mundo, también están
pasando por el mismo sufrimiento.” 1 Pedro 5:8-9Nueva Traducción Viviente
(NTV).
Estoy seguro que este día vas a ser tentando a pecar en cualquier
área de tu vida y en ese momento tendrás la oportunidad de elegir entre: pecar
y resistir, el resultado de pecar siempre será la vergüenza, más el resultado
de resistir será el orgullo de haber sido fiel a Dios y con ello fortalecer tu
vida espiritual.
La mejor manera de resistir a la tentación es mantenerte en
constante comunión con Dios y eso solo se logra a través de una vida de
oración, un habito diario de lectura de la Palabra de Dios, congregarse,
escuchar Palabra de Dios y servirle a Dios cómo agradecimiento por lo que él ya
hizo en nuestra vida. Cuando tu te mantienes ocupado en las cosas de Dios, Él
se encargará de tus cosas.
Rechaza
la tentación, se fuerte y provoca una sonrisa de orgullo de Dios por tu
fidelidad hacia Él.
Santiago 1:12 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Autor:
Enrique Monterroza
Escrito
el 6 de Julio de 2014
Escrito
originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado
para publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com - www.enriquemonterroza.com y
http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
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