Dando lo mejor de mí
Hoy interiormente me hacia un
pregunta: ¿Esperara Dios tanto de mi cómo yo espero de Él?
Y es que no vamos a negar que
nosotros esperamos mucho de Dios, y no está mal esperar mucho de Dios pues Él
es Soberano y Todopoderoso, pero así como nosotros esperamos mucho de parte de
Él, ¿No te has puesto a pensar que también deberías dar mucho?
Siendo sinceros, hay que
reconocer que a veces somos injustos al desear todo para nosotros, pero no dar
la talla para agradar a Dios. Es como aquel empleado que no hace el trabajo
para el que se le contrato, no es eficiente, no es buen compañero y aun así
exige un aumento de salario. Es como aquel hijo que se porta mal, es
desobediente, va mal en los estudios pero aun así pide y pide a sus padres que lo
complazcan con sus deseos.
Nosotros le pedimos muchas cosas
a Dios, y de hecho que si se las pedimos es porque queremos o necesitamos que
pueda contestarnos de la manera que queremos, pero ¿Qué pide Dios de nosotros?
“¡No!
Oh pueblo, el Señor te ha dicho lo que es bueno, y lo que él exige de ti: que
hagas lo que es correcto, que ames la compasión y que camines humildemente con
tu Dios.”
Miqueas
6:8 Nueva Traducción Viviente (NTV).
¿Cuánto
más vamos a seguir esperando tanto de Dios y dando tan poco de nosotros?,
¿Cuánto más vamos a exigir respuestas rápidas cuando no estamos haciendo nada
por vivir como Dios manda?
Antes
de exigir o esperar grandes cosas de Dios deberíamos examinar nuestro caminar y
reflexionar sobre si estamos agradando a Dios en todo lo que hacemos y si lo
estamos haciendo debemos estar seguros que en su tiempo Dios nos dará las
respuesta que necesitamos, pero si no estamos caminando como Dios quiere que
caminemos entonces es momento de hacer un alto y recapacitar, volvernos a Dios
y caminar humildemente a su lado como en algún momento lo hemos hecho.
Las
peticiones que más rápido reciben respuestas, no son aquellas que se exigen,
sino aquellas que salen del corazón de los que con un espíritu humilde y
sincero adoran y sirven a Dios.
¿Cómo
está tu caminar con el Señor?, ¿Cómo está tu relación personal?, ¿Cómo está tu
comunión con Él?
Antes
de pedir aseguremos que estamos agradándole al Padre que le pediremos, porque
si el hijo agrada al Padre, entonces el Padre se sentirá en la necesidad de cumplirle
a su obediente y amado hijo.
Demos lo mejor de
nosotros para que nuestro Padre nos de lo mejor para nosotros.
¡Hoy daré lo mejor de mí!
“El sacrificio que
sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y
quebrantado, oh Dios.”
Salmos 51:17 Nueva
Traducción Viviente (NTV)
Por Enrique Monterroza
Escrito el 13 de Julio de 2015
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para publicarse simultáneamente
en: www.devocionaldiario.com
– www.enriquemonterroza.com
y http://reflexionesydevocinales.blogspot.com
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