La historia de Karla… la ilusionadora


La historia de Karla… la ilusionadora

Karla era muy bella, pareciera sacada de un revista de súper modelos, tenia un gracia especial en su vida que la hacia atractiva a cualquier que la viera. Sin embargo tenia un pequeño defecto, a sabiendas de que era pretendida por casi todo el que se le acercara, ella no ponía claro su solo necesidad de amistad y no de una relación.

Jonathan, era un chico muy tranquilo, no era muy sociable sin embargo cuando alguien se le acercaba descubría en él a una gran persona. Karla y Jonathan coincidieron una vez en un grupo de estudio y su investigación ese día hizo que comenzara en ellos una bonita amistad.

Jonathan no era tan buen parecido, pero su forma de ser era espectacular, Karla quedo muy impresionada que detrás de ese chico de no tan buen parecer hubiese una persona muy especial, así que su amistad continuo los siguientes días.

Como habían intercambiado números telefónicos, PIN BB, Facebook, Twitter y hasta por WhatsApp, hablaban todos los días, Karla cada día descubría en Jonathan un chico espectacular, que no la buscaba por su belleza sino por lo que dentro de ella había. Pero Karla acostumbrada a los halagos constantes y a ser pretendida por medio mundo, sintió como que su toque especial no hacia efecto en Jonathan, pues este en ningún momento le había hecho cualquier clase de insinuación hacia su belleza física o a algún sentimiento que sintiera hacia ella.

Así que Karla como las otras veces con otros chicos, comenzó a ir más allá, de pronto comenzó a introducir en sus recurrentes platicas algunas frases, preguntas o palabras que querían comprometer a Jonathan para que le dijera que estaba bonita, que le gustaba o que sentía algo por ella. Por alguna extraña razón Karla tenia la urgente necesidad de sentirte deseada por todo el mundo, a pesar que no había duda de su belleza ella necesitaba que se lo recordaran todos los días.

Comenzó a compartir fotografías un poco comprometedoras con Jonathan, comenzó a insistir e insistir en conversaciones que ya no eran solo de amistad sino con insinuaciones para ver como reaccionaba Jonathan, sin embargo su misma timidez hacia que Jonathan no dijera mucho.

La verdadera intención de Karla no era entablar una relación de noviazgo con Jonathan, ella solo quería sentirse deseada como siempre, por eso trataba por todos los medios de que Jonathan le dijera algo similar que la hiciera sentir bien y alimentara en ella el ego de su belleza.

Con el pasar de los días y la insistencia cada vez mayor de Karla, Jonathan fue cediendo, en un principio Jonathan solo busca en Karla una bonita amistad, pero Karla lo había confundido tanto que ahora Jonathan pensaba en Karla como una novia para él.

Convencido Jonathan que Karla cada vez le hacia mas fácil el trabajo para declarar su amor, un día se armo de valor, y con palabras tímidas como el realmente era, le expreso todo que ahora sentía por ella, le dijo que con el transcurrir del tiempo había crecido en el un amor hacia ella y que seria el hombre mas feliz si ella fuese su novia, pues era hermosa, inteligente y la mujer perfecta para cualquier hombre.

¡Por fin Karla obtuvo lo que quería!, el reconocimiento de Jonathan por su belleza, entonces se dio por satisfecha a lo que respondió con un tono pésimo a Jonathan: “¡No! ¿Cómo crees?, tu no eres de mi tipo, yo solo quiero amistad contigo, ¡No te confundas!”.

Esa conversación por chat fue la ultima que Jonathan y Karla tuvieron, pues desde entonces Karla bloqueo a Jonathan de todas sus redes sociales y de mensajería, ella había obtenido lo que quería a base de ilusionar de una manera cruel al pobre Jonathan.

La historia de Karla y Jonathan es una historia que hoy en día se repite muy seguido, chicas y chicos orientados por la necesidad de sentirte queridos, deseados, pretendidos ilusionan de la forma mas cruel a otros chicos o chicas que solo veían en ellos una amistad, pero que aquella insistencia de sentirte pretendidos hizo que se confundiera y dieran un paso en falso para expresar lo que verdaderamente sentían, para luego recibir un NO rotundo con la excusa del ilusionador o ilusionadora de que nunca habían sentido nada.

Hoy en día hay una obsesión bárbara por querer verse bien, por querer verse “hermosos”, hay muchas chicas y muchos chicos que parecieran que se están vendiendo en sus perfiles de redes sociales, porque sus fotografías lo único que dicen es: “¡Mírame, soy hermosa!”, no es necesario que los demás te confirmen lo hermosa que eres, pues eres una princesa de Dios y eres hermosísima.

La Biblia dice: “La hermosura es engañosa, la belleza es una ilusión; ¡sólo merece alabanzas la mujer que obedece a Dios!” Proverbios 31:30 (Traducción en lenguaje actual). El único reconocimiento que tienes que buscar es el de Dios, no el del hombre, la hermosura es engañosa, es temporal, es solo una ilusión, en cambio el obedecer a Dios, vivir para Él y hacer su voluntad es lo que realmente importa.

¡Nunca juegues con los sentimientos de otras personas!, si no te gusta o no piensas tener una relación sentimental con esa persona, ¡No la ilusiones! Nunca sabes las consecuencias que pueden traer tus falsas esperanzas y lo doloroso que será para la otra persona reponerse de esa desilusión.

¡Nunca te aproveches de tu belleza!

Autor: Enrique Monterroza

Escrito el 27 de Septiembre de 2012


Autorizado para publicarse simultáneamente en: http://reflexionesydevocionales.blogspot.com

NOTA: Todas mis historias son personajes ficticios con un tinte de realidad. Ningún caso real de consejería ha sido expuesto. Toda coincidencia es pura providencia.

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