La
Inconformidad
A veces somos inconformes con lo
que Dios tiene a bien darnos. Y es que la mayoría de nosotros pensamos que por
ser hijos de Dios tenemos que tener siempre todo en abundancia, pero leyendo la
Biblia y para ser más exactos tomando de modelo la vida de Cristo o de los
discípulos, puedo concluir fácilmente que ellos no eran hombre que tuvieran
todo en grandes cantidades, de hecho Jesús dijo que no tenía ni donde recostar
su cabeza. En otra ocasión cuando Pedro y Juan iban hacia el templo un hombre
cojo de nacimiento les pidió limosna a los que estos contestaron: “No
tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy…”.
A veces nos predican tanto de que
tenemos que ser muy bendecidos económicamente que al no serlo nos sentimos
frustrados, pero la realidad es que el hecho que tenga o no dinero o bienes no
influye en nada en la bendición que Dios puede darme.
Es decir, mi ánimo o mi gozo en
el Señor, así como mi fe en Él, no depende de mi nivel económico, ni de lo
mucho o poco que pueda tener. Tú y yo no debemos basar nuestra fe, ni mucho
menos nuestro ánimo en lo que tenemos o no tenemos, porque sino nuestro ánimo
será fluctuante.
Quizá a veces te has sentido
frustrado porque no tienes la cantidad de dinero que quisieras tener, quizá te
has sentido frustrado porque tienes muchas deudas y por más que oras el dinero
no aparece, quizá has escuchado tanto sobre sembrar y cosechar, sobre diezmos y
ofrendas, sobre primicias y todo lo que tenga que ver con ser prospero que al
ver tu estado económico actual, has llegado a pensar que Dios se ha olvidado de
ti o que no eres lo suficientemente bueno como para ser bendecido en el área económica.
Y no hablo tampoco de ser
conformistas, pero a veces ser conformista con la bendición de Dios nos puede
ayudar también a vivir una vida mejor en el sentido que no vamos a frustrarnos
por lo que no tenemos y deseamos.
Yo vivo en un país pobre, nací en
un hogar donde no tenia las mejores comodidades, quizá como muchos de los que
hoy me leen. No estoy acostumbrado a grandes lujos y espero que si algún día
los llegaré a tener tampoco me acostumbre a ellos, pero el hecho de que tenga o
no tenga no implica que voy o no a ser bendecido. Me considero bendecido por
Dios no porque tenga mucho, porque en realidad no tengo casi nada, pero tengo
lo importante, es decir lo necesario.
El pueblo de Israel a la salida
de Egipto fue alimentado por Dios por Maná, ese alimento nunca antes visto y
que Dios creó con el objetivo de alimentar a su pueblo. Cada mañana los
israelitas podían salir de sus tiendas, recoger el maná que caía del cielo y
prepararlo para alimentarse.
Era un desierto en el que se
encontraban, allí no había otra forma de alimentación, sin embargo aun en el
desierto Dios se las ingenia para alimentar a su pueblo. Pero a veces no vemos
la bendición de Dios, sino que vemos lo que no tenemos y deseamos tener.
Nosotros somos muy parecidos a los israelitas, estamos viendo que Dios nos está
enviando lo necesario en medio del desierto que estamos viviendo, pero en lugar
de reconocer esa bendición de Dios, nos quejamos y deseamos lo que no tenemos
en lugar de conformarnos y ser agradecidos con lo que Dios ha tenido a bien
darnos.
Los israelitas se cansaron del
maná y comenzaron a quejarse: “Entonces la gentuza extranjera que viajaba
con los israelitas comenzó a tener fuertes antojos por las cosas buenas de
Egipto. Y el pueblo de Israel también comenzó a quejarse: «¡Oh, si tuviéramos
un poco de carne! —exclamaban—. Cómo nos acordamos del pescado que comíamos
gratis en Egipto y teníamos todos los pepinos, los melones, los puerros, las
cebollas y los ajos que queríamos. ¡Pero ahora lo único que vemos es este maná!
Hasta hemos perdido el apetito»” Números 11:4-6 (Nueva Traducción Viviente)
A veces somos tan inconformes que
nuestros ojos se cierran para no poder ver que lo que teníamos era lo que Dios
nos estaba enviando y que con eso nos quería tener por el momento.
Dios teniendo un poder ilimitado
era capaz de dar cualquier clase de alimento a los israelitas en el desierto,
Él podía hacer cualquier cosa y enviarles los mejores manjares, pero Dios les
daba diariamente el maná porque Él consideraba que era lo que ellos necesitaban,
pero a veces somos tan mal agradecidos que exigimos que Dios nos de lo que
nosotros queremos.
Moisés oro a Dios pidiéndole que
le quitara la vida, porque era mejor morir a estar soportando las quejas
constantes de su pueblo, sin embargo Dios siempre respondía defendiendo a
Moisés y es que cuando Dios te escoge y te llama para un propósito, Él ha de
respaldarte y nunca te abandonara, Dios le respondió de esta manera a Moisés: “»También dile al pueblo: “Purifíquense,
porque mañana tendrán carne para comer. Ustedes gemían y el SEÑOR oyó sus
quejidos: ‘¡Oh, un poco de carne! ¡Estábamos en mejores condiciones en
Egipto!’. Ahora, el SEÑOR les dará carne y tendrán que comérsela. Y no será
sólo un día, ni dos, ni cinco, ni diez, ni aun veinte. La comerán durante un
mes entero, hasta que les produzca náuseas y estén hartos de tanta carne. Pues
han rechazado al SEÑOR que está aquí entre ustedes y han lloriqueado diciendo:
‘¿Por qué dejamos Egipto?’” Números 11:18-20 (Nueva Traducción Viviente)
Ahora los inconformes tendrían lo
que querían, Dios les iba a dar la carne que tanto habían pedido llorando. Y
Dios cumplió: “Ahora bien, el SEÑOR
envió un viento que trajo codornices desde el mar y las dejó caer por todo el
campamento. Las codornices volaban por kilómetros en todas las direcciones a la
altura de un metro sobre la superficie de la tierra. Así que el pueblo salió y
atrapó codornices todo ese día, a lo largo de la noche y también todo el día
siguiente. ¡Nadie recogió menos de dos mil kilos! Entonces las pusieron a secar
por todo el campamento. Pero mientras se saciaban de carne —cuando aún estaba
en sus bocas— el enojo del SEÑOR se encendió contra el pueblo y los castigó con
una plaga muy grave. Así que ese lugar fue llamado Kibrot-hataava (que
significa «tumbas de glotonería») porque allí enterraron a la gente que
codiciaba la carne de Egipto” Números 11:31-34 (Nueva Traducción Viviente).
A veces la inconformidad nos
lleva a la glotonería, porque queremos más de lo que necesitamos o porque
simplemente no agradecemos lo necesario que Dios tiene a bien darnos.
A veces parecemos hijos
malcriados que exige a su Padre que les de más de lo que su Padre considera que
necesita y es allí en donde a lo mejor Dios va a darnos lo que tanto estamos
exigiendo para ver como reaccionamos, pero nuestras reacciones siempre son
exageradas porque entre mas tenemos, más queremos y ello nos puede causar la
muerte espiritual porque estamos perdiendo el enfoque de la vida cristiana, que
no se basa en lo material o económico, sino en lo espiritual que nada tiene que
ver con lo material y vano de este mundo.
No hablo de ser conformistas en
el mal sentido, sino de ser AGRADECIDOS
con lo que Dios nos da, porque si algo tenemos es porque Él nos lo ha dado,
independientemente de lo poco o mucho que sea Dios quiere que seamos
agradecidos, pero cuando en nuestro corazón nace la inconformidad y el deseo de
tener más de lo que tenemos, podemos caer en el error de ser mal agradecidos
con lo que Dios ha considerado hasta ese momento darnos.
Para llegar a optar por mas
tenemos que aprender a ser agradecidos con lo “poco” que Dios tiene a bien
darnos, porque es Él quien puede juzgar perfectamente nuestras actitud ante sus
bendiciones, porque si algo nunca debemos de dudar es que por muy poco que
parezca, eso es la bendición que Dios ha decidido darnos en ese momento, la
pregunta es: ¿Qué estás haciendo con eso “poco”? ó ¿Qué actitud estas tomando
con la bendición de Dios en tu vida?
Seamos agradecidos con lo que
Dios quiere darnos, no deseemos al extremo lo que no tenemos, pero vivamos cada
día siendo fieles a Dios, porque como dijo el Salmista: “Una vez fui joven, ahora soy anciano, sin embargo, nunca he visto
abandonado al justo ni a sus hijos mendigando pan” Salmos 37:25 (Nueva
Traducción Viviente).
Seamos agradecidos y fieles en lo
poco para que Dios un día nos diga:
»El amo dijo: “Bien hecho, mi buen siervo fiel. Has sido fiel en
administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas más
responsabilidades. ¡Ven a celebrar conmigo!”.
Mateo 25:23 (Nueva Traducción Viviente)
La inconformidad de no valorar lo
que Dios nos da y desear lo que todavía no nos ha dado puede llevarnos al
fracaso espiritual.
¿Estás siendo agradecido con lo que Dios te ha dado?
Autor: Enrique Monterroza
Escrito el 17 de Febrero de 2012
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para
publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com
– www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
2 Comentarios
TODO LO POCO QUE VENGA DE SEÑOR PARA NOSOTROS SERÁ SIEMPRE DE GRAN BENDICIÓN.MI ACTITUD ANTE EL SEÑOR SEGUIRÁ SIENDO AÚN MAYOR PORQUE MI VIDA ESPIRITUAL VA A SEGUIR CRECIENDO EN AMOR Y PAZ, CON MAYOR GRATITUD.Y CON UN CORAZÓN FIEL A SU EVANGELIO.MI FE HACIA JESÚS NO DEPENDE DE NINGUNA SITUACIÓN ECONÓMICA.DEPENDE DE UN CORAZÓN SINCERO, PURO,Y LIMPIO DE TODO MAL Y LLENO DE SU AMOR MISERICORDIOSO.
ResponderEliminarNO PERDAMOS EL ENFOQUE DE LA VIDA CRISTIANA QUE
NO SE BASE SÓLO EN LO MATERIAL O ECONÓMICO.SINO
EN LO ESPIRITUAL QUE NADA TIENE QUE VER CON LO MATERIAL Y VANO EN ESTE MUNDO.EL MISMO NOS HAN ENSEÑADO QUE "EL QUE ES FIEL EN LO POCO LO ES EN
LO MUCHO" QUE SU PRESENCIA NOS ACOMPAÑE DÍA Y NOCHE. GRACIAS.
Bendito eres Mi Dios Gracias por tu Amor y Misericordia sin Ti no Seria Nada Alabo Tu Nombre Grande Menta Ooo Mi Señor Porq Maravillas son Las Que miro esas q Bienen de Tu Mano no hay Riqueza y Nada q Se Compare a Tu Grandeza Amor Y Paciencia Oooo porq Santo Eres mi Bello Y Tierno Dios
ResponderEliminarGracias por dedicar un momento de tu tiempo para Comentar este tema, creeme que tu aporte será de mucha Bendición.
EmojiTrata la manera de no desviarte del tema a la hora de comentar. Nos reservamos el derecho a publicar tu comentario.