En el
desierto y la soledad: Dios te cuidara
Hay momentos en la vida en las
que nos sentimos en un desierto, olvidados por todos y hasta cierto punto nos
sentimos olvidados por Dios, vemos a nuestro alrededor y al no ver nada bueno
según nuestra propia vista, decimos: “Estoy solo”.
A veces hemos sido testigos del
poder de Dios actuando en nuestra vida y de pronto nos encontramos en el peor
desierto que hemos experimentado, en una soledad tal que nos hace decir cosas
que sentimos en ese momento, pero que en realidad no queremos decir.
El profeta Elías pasó por un
momento como esos, después de ver el poder de Dios respaldándolo, recibió la
noticia de que Jezabel una mujer muy mala iba a buscarlo para matarlo y
teniendo temor huyo del lugar y es allí donde la Biblia dice:
El encontrarnos en el desierto y
sentir temor sobre lo que puede pasar en nuestra vida nos puede llevar muchas
veces a sentirnos sin fuerzas, cansados y todo eso da lugar a que de nuestra
boca salgan palabras que dejan en evidencia el mal momento que estamos pasando.
Elías acababa de matar a cientos
de profetas de Baal por orden de Dios, había visto como Dios lo había utilizado
para llevar su juicio a cabo, sin embargo, en este momento se sentía mal, quizá
hasta cierto punto abandonado, y pienso esto porque el pedía la muerte, ¿Por
qué en su lugar no pedía la intervención de Dios?, ¿Por qué no decía cosas
como: “¡Dios ayúdame y líbrame de mis enemigos!”?, ¿Por qué?, porque en muchas
ocasiones el panorama turbio nos hace pensar de maneras equivocadas y no nos
enfocamos en lo que Dios puede hacer.
A veces medimos los resultados
que pueden haber acerca de una situación en base a lo que tenemos a la mano o
en base a lo que creemos que puede pasar, pero a veces también se nos olvida
que nuestra vida le pertenece a Dios, que cualquier cosa que venga a nuestra
vida por muy difícil que parezca tendríamos que tener la confianza en que Dios
también está al tanto de eso y que Él ha de ayudarnos.
Quizá en este momento te
encuentres en un episodio pareció al de Elías, quizá hace poco acabas de ser
usado por Dios para una tarea en especial, quizá has sido testigo los últimos
días o semanas del poder de Dios, sin embargo en este instante te sientes solo,
abandonado, en el desierto y con ganas quizá hasta de morir al ver los
problemas tan grandes que tienes a tu alrededor.
Menos mal que Dios no nos da todo
lo que pedimos, porque si así fuera, quizá muchos de nosotros estaríamos ya
muertos. ¿Qué tal si Dios le hubiera concedido a Elías lo que le pedía?, eso
de: “Basta ya, oh Jehová, quítame la
vida, pues no soy yo mejor que mis padres”. Pero Dios no se mueve en base a
nuestras emociones, no se mueve en base a lo que sentimos decir en esos
momentos de crisis, desiertos o soledades, sino que Él tiene una forma única y
exacta de actuar.
La Biblia dice que Dios envió un
ángel que lo animo, le dio alimento y le permitió descansar: “Y echándose debajo del enebro, se quedó
dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces
él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una
vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de
Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino
te resta. Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida
caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios” 1 Reyes
19:5-8 (Reina Valera 1960).
Así es Dios, no nos da lo que
locamente pedimos, sino que nos da lo que Él considera que necesitamos. Elías
necesita alimentarse y descansar y eso Dios lo sabía. Y es que la paciencia de
Dios para con nosotros es increíble, con tanto amor soporta cada queja nuestra
y siempre termina bendiciéndonos aun cuando no lo merecemos.
¿Te sientes triste?, ¿Te sientes
solo?, ¿Estas a punto de rendirte?, ¿Estás hablando más de la cuenta o pidiendo
cosas que realmente no quieres pedir pero que el momento duro que estás
viviendo te hacen decir sin pensar en lo que en realidad estas pidiendo?,
¿Estas quejándote?, ¡Ten Paz!, Dios no te va a dar lo que sin pensar pides, al
contrario, Él sabe lo que tú necesitas, Él sabe que necesitas descansar,
necesitas alimentarte espiritualmente, pero sobre todo necesitas de su cuidado
y Él te lo dará.
No tengas miedo por muy difícil
que se vea el panorama, aun cuando te encuentres en el peor desierto de tu vida
o en la soledad más terrible que hayas experimentado, ten la seguridad que allí
mismo Dios enviara a sus ángeles para que te cuiden, te den descanso y te
alimenten, porque tienes que saber que largo camino te resta.
¡Dios es quien te cuida y sabe de lo que tienes necesidad!
Autor: Enrique Monterroza
Escrito el 11 de Abril de 2012
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para
publicarse simultáneamente solo en: www.devocionaldiario.com – www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
1 Comentarios
Fue de bendicion Dios los bendiga
ResponderEliminarGracias por dedicar un momento de tu tiempo para Comentar este tema, creeme que tu aporte será de mucha Bendición.
EmojiTrata la manera de no desviarte del tema a la hora de comentar. Nos reservamos el derecho a publicar tu comentario.