La historia de Rene… pecado
no confesado
No
había duda que Rene era un hombre de Dios, solo bastaba escucharlo hablar para
notar que ese hombre tenía una pasión extraordinaria por Dios. No solo sus
palabras, sus hechos demostraban una real conversión, pues su testimonio era un
ejemplo para muchos.
Pronto
Rene fue creciendo espiritualmente y adquiriendo nuevos compromisos en el
Señor. Con el pasar de los años Rene llego a ser pastor en una Iglesia pequeña
pero que prometía mucho.
Rene
dedico sus primeros años de pastorado a su rebaño, dedico mucho de su tiempo en
el cuido de sus ovejas, era un líder ejemplar, un pastor muy querido por sus
ovejas y respetado en su comunidad.
Fue
un chica la que poco a poco fue acercándose a Rene quien era soltero,
ilusionada por el trabajo que Rene desempeñaba y admirada por la clase de
hombre que era, realmente Rene estaba centrado en su trabajo ministerial como
para buscar en ese momento una pareja, pero fue tanta la insistencia de la chica
por acercase a Rene que éste termino cediendo; comenzaron a salir, a pasar más
tiempo juntos y a pesar que Rene había sido advertido por Dios que esa no era
la chica que Él tenía preparada para él siguió frecuentándola. Pronto nació una
“relación” a escondidas entre ellos, se hicieron novios sin que nadie
sospechara ni se diera cuenta, sin embargo Rene como un hombre de Dios se
sentía incomodo con esto, más aun sabiendo que esa no era la chica que sería su
esposa o con la que él se quisiera casar.
Rene
poco a poco fue descuidando su relación con Dios por dedicarle tiempo a aquella
relación “secreta”, los besos y caricias cada día aumentaban, hasta que un día
dejados llevar por sus instintos más pecaminosos paso lo que tenía que pasar
después de muchos besos y caricias fuera de lugar, ellos cayeron en
fornicación.
Desde
ese día Rene ya no fue el mismo, a pesar que sintió un enorme dolor por haber
fallado de esa manera, Rene simplemente calló, no contó su pecado a nadie, y
peor aun, ese pecado se repitió varias veces en las próximas semanas y meses.
Fue así como la caída de Rene fue siendo más obvia, ya las cosas no le salían,
sus ojos ya no brillaban con el mismo entusiasmo y animo de antes, sus
predicaciones cambiaron radicalmente, parecía que sus palabras ya no tenían
autoridad, la gente comenzó a sentir la diferencia, algo pasaba, Rene lo sabia,
sin embargo no se arrepentía de su error, sentía dolor por lo que pasaba, pero
no quería dejar de hacerlo.
Durante
los próximos tres años Rene mantuvo en secreto su pecado, su congregación fue
victima de varios problemas serios, aquella imagen de una congregación ejemplar
cayo, el ministerio personal de Rene igual, se vino abajo, el respaldo de Dios
ya no estaba con él. Rene fue cesado de su cargo cuatro años después de haber
callado su pecado y nunca haberlo confesado.
La
Biblia dice:
“Quien esconde su pecado jamás puede prosperar; quien lo confiesa y lo
deja, recibe el perdón.”
Proverbios 28:13 (Traducción en lenguaje actual).
La
historia de Rene puede ser la historia de muchos de nosotros, que a través de
diferentes pecados queremos vivir una doble vida, por un lado sirviendo y
alabando a Dios y por otro lado viviendo de forma “oculta” una vida llena de
pecado irreverente.
Y es
que a veces se nos olvida que delante de Dios no podemos ocultar nada, que Él
lo sabe todo y que por mucho que engañes a la gente tarde o temprano tus
acciones tendrán que pagar la factura.
Sin
embargo la voluntad de Dios es que podamos reconocer nuestros errores y
pecados, que podamos confesarlos y dejarlos, para poder recibir el perdón de
Dios.
El
rey David lo dijo de está forma:
“Mientras no te confesé mi pecado,
las fuerzas se me fueron acabando
de tanto llorar.
Me castigabas día y noche,
y fui perdiendo fuerzas,
como una flor que se marchita
bajo el calor del sol.
Pero te confesé mi pecado,
y no oculté mi maldad.
Me decidí a reconocer
que había sido rebelde contigo,
y tú, mi Dios, me perdonaste.”
Salmos 32:3-5 (Traducción en lenguaje actual)
Hoy
Dios a través de este mensaje quiere hacerte recapacitar de tu pecado, no creas
que porque el respaldo de Dios está aun contigo a pesar que tienes ese pecado
oculto que practicas continuamente, nunca pasará nada. Si hasta hoy no has
visto consecuencias de tu práctica equivoca, es porque Dios te está dando la
oportunidad de arrepentirte antes que las consecuencias sean más duras.
La
voluntad de Dios es que puedas reconocer tu pecado, confesarlo, arrepentirte
genuinamente y dejarlo de una vez por todas y entonces Dios te va a perdonar,
te comenzará a restaurar de una manera sobrenatural y llegarás a ser mejor de
lo que un día fuiste, porque Dios resiste al soberbio, pero al humilde lo
exalta.
Ya
no escondas más tu pecado, en su lugar arrepiéntete de todo corazón, confiésalo
y apártate de el y Dios te llevará más alto de donde un día estuviste.
¡Dios te
quiere perdonar y restaurar!
Autor: Enrique Monterroza
Escrito el 15 de Enero de 2014
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para publicarse simultáneamente en:
www.devocionaldiario.com - www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
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