Oremos
Es
increíble que en ocasiones perdemos el buen habito de orar, nosotros que nos
llamamos cristianos porque tratamos de seguir el ejemplo de Jesús muchas veces
no estamos teniendo una vida de oración.
Nuestro
Señor Jesús es un modelo perfecto de una vida de oración, podemos leer varias
veces en las escrituras que él dedicaba tiempo a la oración: “Mas él se apartaba a lugares desiertos, y
oraba.” Lucas 5:16 (Reina-Valera 1960).
Nuestro
Señor Jesús hacia de la oración algo cotidiano, la utilizaba para dar gracias
por los alimentos, para sanar a los enfermos, para hacer milagros, para
fortalecer su espíritu y hasta para pedir por aquellos que le hacían daño.
Nuestro
Señor Jesús buscaba siempre la manera de fortalecerse en oración antes de cada
jornada, un ejemplo a seguir: “A la
mañana siguiente, antes del amanecer, Jesús se levantó y fue a un lugar aislado
para orar.” Marcos 1:35 (Nueva Traducción Viviente).
A
veces queremos que todo nos vaya bien, que todos nuestros problemas
desaparezcan, que todo en nuestra vida sea perfecto, pero ni siquiera dedicamos
un par de minutos de nuestro día a orar a Dios. Queremos que Él haga todo el
trabajo pero ni siquiera se lo queremos pedir.
¿Cuándo
fue la última vez que oraste antes de salir de tu casa hacia el trabajo?,
¿Cuándo fue la última vez que oraste por esa enfermedad recurrente en tu vida?,
¿Cuándo fue la última vez que diste gracias antes de ingerir tus alimentos?,
¿Cuándo fue la última vez que oraste por provisión antes de buscar quien te
proveyera?, ¿Cuándo fue la última vez que oraste por esos familiares que
todavía no se han alcanzado para Cristo?, ¿Cuándo fue la última vez que oraste
por tu país o por tus gobernantes?, ¿Cuándo fue la última vez que oraste
tranquilamente en tu casa en ese lugar a solas sin pedir nada, solo por el
deseo de estar un tiempo con Dios hablando a solas, agradeciéndole todo lo que
ha hecho hasta ese momento?
Es
increíble que nosotros queramos ver resultados cuando ni siquiera estamos
manteniendo un vida diaria de oración.
Es
hora de orar, es hora de dedicar tiempo para Dios, cuando oramos somos más
fuertes, cuando oramos somos más sabios, cuando oramos estamos más seguros de
lo que vamos hacer, cuando oramos las cosas nos salen mejor.
Hoy
quiero invitarte a no dejar de orar, no permitas que el cansancio o cualquier
otra cosa te impida el hecho de mantener diariamente una vida constante de
oración. Dios quiere escucharte, Él quiere platicar contigo a solas, búscalo
porque seguro lo vas a encontrar.
¡Oremos!
“Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán lo que
buscan. Llámenlo, y él los atenderá.”
Mateo 7:7 (Traducción en lenguaje actual)
Autor: Enrique Monterroza
Escrito el 18 de Febrero de 2014
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para publicarse simultáneamente
en: www.devocionaldiario.com - www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
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