Paz
Todos
los días nos enfrentamos a un sin número de situaciones que probaran nuestra
fe, nuestro carácter y nuestra paciencia. Situaciones que quisiéramos que se
solucionaran en el mismo instante que se lo pedimos a Dios en oración pero que
por alguna razón no ocurre.
A
través de mi caminar con Dios he vivido momentos en donde las cosas se han
salido del control, en donde por más que he querido las cosas no salen como las
esperaba o en el tiempo que las necesitaba. En ocasiones me he sentido turbado,
desesperado, afligido y hasta he llegado a pensar que las cosas ya no tienen
solución. Pero hay algo que con el tiempo fui aprendiendo y comprendiendo: Que
ninguna desesperación, aflicción o llanto hará que las cosas cambien.
Y es
que mantener la paz en medio de las circunstancias adversas es sinónimo de
confianza, es sinónimo de fe, es decirle al Señor con nuestros hechos: “¡Señor yo confió en ti!”.
Mantener
la paz me lleva a descansar, me lleva a confiar en lo que Dios hará, me lleva a
pensar de mejor manera, a ser mas sabio porque no me dejo manipular por la
desesperación. La paz es la que me llena de confianza en que Dios actuará a mi
favor porque confió ciegamente en Él.
Quizá
los últimos días te has sentido desesperado, desanimado y hasta afligido por
las situaciones que a tu alrededor están ocurriendo. Hoy quiero invitarte a
mantener la paz en medio de cualquier circunstancia, no dejes que la
desesperación te haga tomar decisiones equivocadas que lejos de solucionar los
problemas los vengan a agrandar.
Confía
en Dios, descansa en su Palabra porque Él ha prometido estar contigo todos los
días de tu vida. Deja de ver con tus ojos humanos y comienza a ver las cosas
con ojos de fe, confiando plenamente en que Dios tomará el control de cada
situación y que Él dará las soluciones respectivas a cada suceso.
En
medio de cualquier tormenta mantén la paz, en medio de la tribulación descansa,
en medio de los fuertes vientos aférrate en fe a lo que Dios ha prometido. No
te dejes sorprender por los problemas que hoy tocan a tu puerta, ante lo
problemas responde con paz, esa paz que te permite descansar, pensar mejor,
tomar mejores decisiones, pero sobre todo: esa paz que te hace mantener la fe
en lo que Dios está a punto de hacer en tu vida.
¡No importa
las circunstancias mantén la paz y confía en Dios!
“Sólo Dios me da tranquilidad;
sólo él me da confianza.
Sólo él me da su protección,
sólo él puede salvarme;
¡jamás seré derrotado!
Dios es mi salvador;
Dios es mi motivo de orgullo;
me protege y me llena de fuerza.
¡Dios es mi refugio!”
Salmos 62:5-7 (Traducción en lenguaje actual)
“En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.”
Salmos 4:8 (Reina-Valera
1960)
Autor: Enrique
Monterroza
Escrito el 25 de
Febrero de 2014
Escrito originalmente
para www.destellodesugloria.org
Autorizado para
publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com
- www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
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