Vida Devocional
La mayoría de nosotros
queremos, anhelamos o esperamos a que Dios haga grandes cosas en nuestra vida.
Queremos que Dios responda lo más rápido posible a nuestras peticiones,
queremos que Él haga muchas cosas en el momento y lugar que nosotros queremos,
pero por alguna razón no hacemos nada por llevar una vida devocional que
realmente agrade a Dios.
¿Qué es una vida devocional?, es mantener diariamente una
comunicación espontanea y fresca con Dios, es provocar que en tus pensamientos,
ideas, planes y propósitos siempre este Dios. Es tener un tiempo diario de
oración, dedicar unos minutos a leer la Biblia para saber lo que Dios quiere
hablarte, es adorar a Dios no porque estás en una Iglesia, sino porque sientes
la necesidad de hacerlo, porque lo amas, porque lo anhelas, porque estás
agradecido o porque simplemente necesitas sumergirte en su presencia para
renovar tus fuerzas.
¿Cómo está tu vida devocional?,
¿Realmente tu propósito cada día es agradar a Dios?, ¿Estás leyendo la Biblia?,
¿Estás orando sin cesar cada día?, ¿Estás incluyendo a Dios en tus decisiones
“simples” y también en las “importantes”?
Una vida devocional no se
compra, no se adquiere de la nada, no aparece como de milagro. Una vida
devocional se forja, se trabaja, se construye, es la consecuencia de la
disciplina que tenemos en la vida cristiana, es al consecuencia de llevar a la
practica la Palabra que aprendemos a través de la Biblia, es el cristianismo
práctico y no solo teórico.
¿Realmente estamos caminando
cómo Dios quiere que caminemos?, ¿Realmente estamos teniendo la comunión
espiritual cómo tendría que ser?
Hoy te invito a forjar en tu
vida esa vida devocional tan importante ya que al tener una vida devocional
estarás siempre preparado para cualquier situación que se presente. Cuando
mantienes una vida devocional ves los problemas no cómo ocasiones de peligro,
sino cómo una razón para ver el poder de Dios manifestarse en tu vida. Ves las
escases cómo una oportunidad para ver al Dios proveedor en acción. Ves la
enfermedad cómo una oportunidad para ver en acción al Dios Sanador.
Dedica un tiempo para orar,
para hablar con Dios, habla con Él como lo hicieras con tu mejor amigo,
cuéntale cómo te sientes, lo que piensas, lo que quieres, estoy seguro que Dios
está muy ansioso de escucharte.
Dedica un tiempo para leer la
Biblia. Lee pero también medita, reflexionar, has que esa palabra que estás
leyendo se convierta en vida, practícala y sobre todo enséñala a los otros a
través de tu vida.
Al forjar una vida devocional
nos hacemos más fuertes, nuestra fe crece, nuestras ideas se ordenan y nuestra
vida se apega más a Dios porque reconoce que Él es su roca y su escudo.
¡Forjemos cada día esa vida devocional que todos necesitamos!
“Oh Jehová, de mañana oirás
mi voz;
De mañana me presentaré
delante de ti, y esperaré.”
Salmos 5:3 (Reina-Valera
1960)
“Lámpara es a mis pies tu
palabra,
Y lumbrera a mi camino.”
Salmos 119:105 (Reina-Valera
1960)
Autor: Enrique Monterroza
Escrito el 31 de Marzo de 2014
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com - www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
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