No me
dejare dominar
A veces nos sentimos tan cansados
de luchar con las mismas áreas en nuestras vidas y al notar que no las hemos
podido superar casi nos rendimos de seguir tratando de vencerlas.
A veces duramos unos cuantos días,
semanas o meses creyendo que ya hemos superado ese hábito que no nos orgullece o
esa área que nos avergüenza contar a los demás, pero de pronto después de un
corto o mediano tiempo caemos en el mismo error y sinceramente sentimos que
nunca lo venceremos.
Todos tenemos un área o varias áreas
con las que luchamos diariamente, hábitos, acciones o actitudes con las que
luchamos por tratar de vencer o superar. Por muy espiritual que él o ella parezcan,
detrás de esa “espiritualidad” existe también un hombre o una mujer con luchas
como cualquier otro, luchas diarias que a veces pareciera que nunca vamos a
poder vencer.
Y es que la mayoría de nosotros
al notar que no podemos vencer eso que tan mal sabor de boca nos deja, casi
dejamos que nos domine a su antojo.
Yo sé que tu respuesta a estas
preguntas serán: “¡No!, no debemos rendirnos, ni dejar que nos domine”, pero la
realidad es que muchas veces nuestras acciones demuestran que estamos siendo
dominados por nuestros instintos pecaminosos, por ese habito oculto que se ha
apoderado de tu atención o por esa área de tu vida con la que tienes meses o
años de estar luchando.
¿Cuándo fue la última vez que de
verdad y siendo sincero, te propusiste hacerle guerra a ese mal habito o a esa área
que tanto te cuesta vencer?, ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo para contrarrestarla?,
¿Cuándo fue la última vez que dijiste con autoridad que no volverías a caer en
el mismo error?
El Apóstol Pablo decía: “Todas las cosas me son lícitas, mas no
todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de
ninguna” 1 Corintios 6:12 (Reina-Valera 1960).
A veces pareciera que estamos
siendo dominados por esa área que realmente no tiene por qué tener dominio
sobre nosotros. A veces nos vemos como esclavos a esa necesidad de hacer cosas
que no tenemos que hacer o hacer cosas que sabemos que están desagradando a
Dios, pero por alguna razón no hacemos nada por evitarlo, a eso se le llama:
ser dominado o esclavo de eso.
Actuamos en ocasiones solo por
instinto y obviamente nuestro instinto carnal nos llevara a hacer lo contrario
a lo que Dios nos manda. Frente a esto: ¿Qué vamos hacer?
La Biblia dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” 2 Timoteo 1:7 (Reina-Valera
1960).
No podemos rendirnos y dejar que
los malos hábitos o nuestro mal accionar nos domine y nos esclavice, ¡Ya no
somos esclavos del pecado!, ¡Ahora vivimos por Dios y para Dios!
No es posible que ese mal hábito
que te ha hecho pasar tan malos momentos te siga dominando.
No es posible que te rindas
frente a esa área que lo único que te ha hecho es causarte vergüenza delante de
Dios y alejarte de Él.
No puedes dejarte dominar,
esclavizar y menos vencer, tu no naciste para ser esclavo de ese pecado, no
naciste para ser dominado por ese habito negativo, tú fuiste llamado por Dios,
perdonado por Dios, liberado por Dios y sobre todo has sido comprado por Él.
Es hora de pararnos firmes, es
momento de decirle a ese pecado: ¡Basta ya!, es hora de permitir que Dios tome
las riendas de nuestra voluntad y provoque en nosotros tanto el querer como el
hacer.
Su Palabra nos dice: “Pues Dios trabaja en ustedes y les da el
deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada” Filipenses 2:13 (Nueva
Traducción Viviente).
Hoy quiero motivarte a que
permitas que Dios actué en tu vida y te ayude a superar todo aquello que hasta
este día te domino o te quiso esclavizar, hoy es un día idóneo para que rindas
tu voluntad a Él y permitas que Él comience a trabajar en tu vida y ponga en ti
el deseo y el poder para que comiences a vencer todo aquello que hasta este día
creíste que no podrías vencer.
Ahora cuando te enfrentes
nuevamente a esa área, a ese habito a ese momento en donde será puesta en práctica
tu voluntad, recuerda que es Dios mismo quien te da tanto querer como el hacer,
el deseo como el poder para vencer cualquier cosa que quiera dominarte.
No hay pecado que pueda dominarte
más de lo que Dios puede capacitarte para enfrentarlo y vencerlo, no en tu
capacidad, sino en la fuerza y poder de Dios actuando en ti.
¡Eres libre por lo tanto aprópiate de la libertad que Dios te otorgo!
“Dios pagó un alto precio por ustedes, así que no se dejen esclavizar por
el mundo”.
1 Corintios 7:23 (Nueva Traducción Viviente)
Autor: Enrique Monterroza
Escrito el 7 de Febrero de 2012
Escrito originalmente para: www.destellodesugloria.org
Autorizado para
publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com
– www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
1 Comentarios
Dios es eternamente maravilloso,permite que todo lo que sucede en nuestras vidas sea, pera bien, como seres humanos tenemos dedilidades y flaquezas y aunque tengamos tentaciones su palabra dice:todo lo puedo en Cristo que me fortalece:filipenses 4,13
ResponderEliminarGracias por dedicar un momento de tu tiempo para Comentar este tema, creeme que tu aporte será de mucha Bendición.
EmojiTrata la manera de no desviarte del tema a la hora de comentar. Nos reservamos el derecho a publicar tu comentario.