No queremos escuchar
¿Por
qué será que hay episodios en nuestra vida en donde pareciera que cerramos
totalmente nuestros oídos a la voz de Dios?
Tú
puedes decir amar a Dios con todo tu corazón, pero puede que no quieras
escuchar o simplemente no quieres obedecer a lo que Dios esta hablando a tu
vida de manera recurrente.
A
veces el descuido espiritual nos puede llevar a comenzar a practicar pecados
que pensamos que habíamos superado, áreas de nuestra vida que creíamos vencidas,
pero que poco a poco sin darnos cuenta volvimos a retomar y a practicar, es allí
cuando el pecado comienza a ser recurrente en nuestra vida en donde nuestros oídos
se ensordecen para escuchar la voz de Dios y no porque literalmente pase eso,
sino porque nos sentimos tan a gustos viviendo esa vida de pecado que dejamos a
un lado la opinión de Dios respecto a ese tema en especifico.
Nuestra
actitud ante Dios y ante su voz muchas veces no es la que tiene que ser,
escuchamos y obedecemos solo lo que queremos.
El
profeta Jeremías pronuncio las siguientes palabras: “¿A quién hablaré y amonestaré, para que oigan? He aquí que sus oídos
son incircuncisos, y no pueden escuchar; he aquí que la palabra de Jehová les
es cosa vergonzosa, no la aman.” Jeremías 6:10 (Reina-Valera 1960).
Esteban
aquel hombre que murió apedreado dijo en su momento: “¡Pueblo terco! Ustedes son paganos de corazón y sordos a la verdad.
¿Se resistirán para siempre al Espíritu Santo? Eso es lo que hicieron sus
antepasados, ¡y ustedes también!” Hechos 7:51 (Nueva Traducción Viviente).
A
veces nosotros somos también sordos a la verdad, sordos a la voz de Dios que
constantemente nos esta indicando que es lo que tenemos que hacer, pero que
simplemente no queremos obedecer.
¿Qué
estamos esperando?, ¿Por qué esperar que nos vaya mal para obedecer?, ¿Por qué esperar
la corrección para comenzar a hacer bien las cosas?
Hoy
quiero invitarte a que abras tus oídos a la voz de Dios, no permitas que el
pecado cierre tus oídos, no permitas que lo que desagrada a Dios sea mas
valioso para ti que obedecer al Señor.
Es
momento de ser valientes, es hora de inclinar nuestros oídos a su voz y luego
de escuchar obedecer sin temor sus palabras.
Cuando
Dios te da una orden por muy difícil que parezca es porque Él sabe que es lo
mejor para ti y al mismo tiempo que te da esa orden también va contigo capacitándote
en todo lo que necesitaras para llevar a cabo esas palabras.
Ya
no cierres tus oídos, escucha, reflexiona, pero sobre todo obedece y entonces
te ira bien en la vida.
¡Abre tus oídos
al Dios Todopoderoso!
Autor: Enrique
Monterroza
Escrito el 29 de
enero de 2013
Escrito originalmente
para www.destellodesugloria.org
Autorizado para
publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com
- www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
0 Comentarios
Gracias por dedicar un momento de tu tiempo para Comentar este tema, creeme que tu aporte será de mucha Bendición.
EmojiTrata la manera de no desviarte del tema a la hora de comentar. Nos reservamos el derecho a publicar tu comentario.