El periodo de espera

El periodo de espera


“Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová”
Salmos 27: 14

Todos en algún momento determinado hemos recibido una promesa de parte de Dios, e independientemente de la promesa que hemos recibo todos quisiéramos verla cumplida en el menor tiempo posible.

Y es que por alguna razón no nos gusta esperar, todo lo queremos apresuradamente, pareciera que el periodo de espera a veces se hace tan largo que le tenemos hasta temor y muchos lastimosamente en ese periodo dejan de creer que recibirán lo que un día se les prometió.


Hay muchas personas que en el periodo de espera han optado por alejarse de Dios y eso lo único que ha hecho es alargar aun más la espera. No podemos ir por la vida tratando de condicionar a Dios diciéndole o actuando de tal manera que si no nos responde cuando nosotros queremos nos alejaremos de Él. Recuerda que Dios sin nosotros, seguirá siendo Dios, nosotros sin Dios no somos nada, eh allí la diferencia tan importante.

Quizá hoy te encuentres en un periodo de espera, quizá ya pasaron muchos días, semanas, meses o hasta años, y no has visto la promesa cumplida, ¿Significa que no se cumplirá? O ¿Simplemente aun no es el momento?, quiero pensar que no es el momento, quiero pensar que Dios siempre tiene los tiempos medidos y que mi función no es estar expectante de cuándo y cómo sucederá, sino más bien el de deleitarme en su presencia y seguir alabándolo aun cuando no me respondiera.

Y es que Dios toma muy enserio esa alabanza que damos cuando las cosas no están saliendo como quisiéramos, porque esa alabanza es realmente verdadera, porque alabar a Dios en los momentos de éxito y bendición es muy fácil, pero alabar a Dios en medio del desierto, en medio del anonimato o en medio de la tribulación no lo es tanto.

¿Cómo está siendo tu actitud frente al periodo de espera?, ¿Estas alabando a Dios en medio de las circunstancias adversas?, ó ¿Estas quejándote, reclamando y hasta amenazando a Dios si no te contesta cuando tu quieres o cuando tú crees que necesitas la respuesta?

Hoy quiero invitarte a que dejes de enfocarte en la respuesta que esperas y comiences a adorar a Dios independientemente del momento que estés viviendo, cuando lo adoras tus fuerzas son renovadas, cuando lo adoras tu fe se fortalece, su Santo Espíritu te llena y consigues nuevas fuerzas para seguir adelante.

No sé cuando Dios te va a responder, ni siquiera sé cuando Dios me responderá a mí, pero lo que si te puedo decir y te quiero invitar es que juntos podamos levantar nuestro rostro en alto y ver al cielo para adorar y alabar a nuestro Señor, porque independientemente del momento que estamos pasando DIOS SE MERECE TODA NUESTRA ADORACIÓN.

Dios tiene cada tiempo medido, en su agenda está escrito el día, la hora, el momento y el lugar de las respuestas que necesitamos. Dios no tiene prisa para responder, porque Él no basa su respuesta en un reloj humano, sino en un reloj celestial que está regido por su perfecta voluntad que como resultado dan respuestas idóneas en un tiempo humano perfecto.

Nuestra tarea en medio del periodo de espera es mantener una actitud que agrade a Dios porque solo eso nos puede mantener firmes en medio de cualquier circunstancia.
No te desesperes, y en su lugar confía en que Dios siempre tiene las mejores respuestas en los momentos más perfectos.

¡Dios nunca miente y siempre cumple!

“Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.”

Salmos 138:8 Reina-Valera 1960

Por Enrique Monterroza
Escrito el 11 de Mayo de 2015
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org

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